Brando, el hombre que hizo posible aprender a bailar salsa por internet

Brando además de ser el primer bailarín del show de Delirio, es actor; y en la pandemia se convirtió en el 'profe' de las redes sociales, enseñando a todo el mundo a bailar salsa.

Brando Enrique Pérez Loaiza es el rey del baile, del repique. Por sus venas corre sangre, pero sobre todo salsa, ese conjunto de ritmos afrocaribeños fusionados con jazz y otros estilos, que caracteriza a los caleños.

Y aunque Brando nació en Santa Marta, desde que tenía un año de vida llegó a Cali. Fue criado en el Oriente de la ciudad, en un entorno muy rumbero.  Su  padre Enrique Pérez, salsero por la influencia de su Costa Atlántica, fue quien de alguna manera lo introdujo en este mundo.

Al colocarlo a organizar sus  casetes de salsa, lo impulsaba a leer, aprenderse las canciones y sobre todo los títulos.

“Así tuve un acercamiento con la salsa, además de mis amigos de barrio que bailaban muy bien. Mi mamá, Rubiela Loaiza, fue quien descubrió que debía meterme a la escuela de baile sobre todo por el gusto que tenía en ese momento por la salsa”, contó.

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Brando se graduó en el Colegio Rafael Navia Varón, allí se caracterizó por participar en cada evento cultural. Estaba aficionado al baile y sus piernas no dejaban de moverse.

“Eso me dio mucha soltura y práctica.  Mi papá me dijo que para qué estudiar ingeniería o arquitectura, si lo  mio era algo artístico.  Eso sí debería estudiar en la universidad, no en cualquier instituto.  Él muy juicioso me asesoró y me llevó a la Universidad del Valle donde descubrimos que no estaba la licenciatura en danza ni había nada relacionado con ello. Solo había Música, Artes Visuales y Arte Dramático, carrera por la cual me decidí”, indicó.

En Arte Dramático, de 200 aspirantes, quedó entre los primeros 14.  Al ser un estudiante destacado, luchó por alcanzar su primer sueño que era entrar a Delirio, un gran show de salsa que se realiza en Cali.

En el 2010 ingresó a una escuela de baile que pertenece a dicha corporación, audicionó y sirvió como extra.  Entre 200 bailarines, su papel era  ingresar al escenario para aplaudir.

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Pero su perseverancia y sus excelentes pasos de salsa, lo llevaron a convertirse en el primer bailarín del show.

Hoy lleva ya 11 años bailando salsa, entrando a escena en cuestión de segundos, cambiando de personaje en un abrir y cerrar de ojos, y sobre todo deleitando a lo miles de asistentes que acuden a este sitio para ver un gran show.

Creció en pandemia

 Pero para él, el abanico de posibilidades apenas empezaba a abrirse.  En el 2018 tuvo la oportunidad de ingresar a una serie de RCN y un año después consiguió el primer puesto en el Festival Mundial de Salsa. 

Cuando llegó la pandemia decidió pegarse del teléfono y convirtió su casa en su escenario.

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 Fue así como junto a un grupo de amigos dio  vida a un proyecto digital y grabó más de 30 videos donde enseñaba a bailar en nivel básico, intermedio y avanzado de baile social a todo el que quisiera.

Los frutos llegaron de inmediato y en seis meses logró vender 1.600 cursos alrededor del mundo.

Su historia de amor

Para grabar el proyecto digital contó con la ayuda de Viviana Vargas, primera bailarina de Delirio y  conocida además como la “doncella de Cali en el baile”.

“No me caía bien, no la toleraba, no me agradaba, eramos solo compañeros. Y al participar en el curso virtual a esta persona que me parecía agrandada, la empecé a conocer y a verla diferente. Hoy la entiendo y de repente le dije que a los 30 años me casaba con ella.  Fuimos novios durante más de un año y hoy ya llevamos cuatro  meses de casados”, mencionó el bailarín.

Actualmente  ya han grabado un cortometraje, el grupo de bailadores que tenía 100 personas, hoy ya cuenta con 250. Además acaban de realizar un tour por Europa donde impactaron tres países, seis ciudades, y a 650 personas.

Entre sus planes más próximos está el realizar un nuevo curso virtual para quienes quieren enseñar en Europa y de esta manera emprender, también tienen programado  un  tour por Estados Unidos y  estrenarán una obra de teatro con 250 artistas el 1 de julio denominada “Me curo con rumba”.

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