Desde hace 2 años, Gilberto Antonio Pineda Villada tiene por vivienda un carro abandonado que encontró en un parqueadero del parque de la Virgen, en el barrio Floralia.
Los asientos del pequeño vehículo son su cama, las cajuelas su nochero y la única puerta que abre le sirve para colgar su ropa.
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Gilberto llegó a la ciudad en busca de un familiar pero este no le brindó la ayuda que necesitaba, por lo que se vio obligado a dormir en el parque y solo duró dos noches.
"Tiempo después encontré ese carro abandonado y ahí me quedé", dijo Pineda de 76 años.
A pesar de las incomodidades, don Gilberto encontró ángeles en el parque, pues los vecinos del sector le colaboran con la alimentación y un buen amigo suyo se toma la tarea de prepararle el almuerzo.
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"Si yo tengo, yo doy, por eso vengo y le preparo la comida. Gilberto es un buen amigo y una buena persona merece que lo ayuden", expresó Mario Chamorro.
Por su parte, Alexander Ceballos, habitante del barrio, contó que desde que lo encontró instalado en el parqueadero del parque quiso ayudarlo, y por eso junto con su esposa tratan de llevarle los alimentos que pueden.
"Yo quiero que él tenga una ayuda definitiva, un lugar digno donde dormir y que tenga los servicios básicos y más en esta cuarentena", expresó Ceballos.
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Por esta razón, Q'hubo se dirigió hasta el barrio Floralia para conocer esta historia y para hacer visible la situación de don Gilberto.
