Desde el cementerio del Parque Memorial La Ermita, el espíritu luchador de Sergio Andrés Benítez Cobo pide justicia. El integrante de la comunidad LGTBI fue brutalmente asesinado en un apartamento del barrio Alfonso Bonilla Aragón, donde vivía con otras dos personas hace aproximadamente un mes y medio.
De acuerdo con sus familiares, el joven de 27 años, fue hallado en una cama amarrado, con signos de tortura, golpes que desfiguraron su rostro y con más de 10 puñaladas entre su espalda y cuello.
El cruel asesinato del chico webcam que deslumbraba cuando cantaba, se registró el pasado martes 1 de marzo del 2022, en una vivienda ubicada en la Calle 98 #27D- 04 del barrio Alfonso Bonilla Aragón, al oriente de la ciudad.
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Quien se encontró con la macabra escena fue Edwin Galeano, uno de los roommates (compañero de cuarto) de Sergio, el cual, alrededor de las 5:30 p.m., llegó a la vivienda después de su jornada laboral.
“Nos relatan que cuando Edwin abrió la puerta vio manchas de sangre en el pasillo, por lo cual se dirigió a uno de los cuartos y ahí encontró el cadáver de Sergio sobre la cama de Jean Pierre, el otro chico que vivía ahí”, contó José Luis Benítez, el padre del hoy occiso.
Edwin quedó aterrado al ver que su compañero estaba muerto, así que lo único que pudo hacer fue llamar a Jean Pierre, el cual un día antes se había ido a atender unos asuntos personales a Palmira.
“Yo estuve en el apartamento con Sergio hasta las 5:00 p.m. del lunes 28 de febrero, que fue cuando le dije que me iba a Palmira y que después nos veíamos, a lo que él me respondió: “cuando llegues me escribes”. Al día siguiente, 1 de marzo, recibí una llamada de Edwin como alrededor de las 6:00 p.m. y lo único que le pude entender fue cuando me dijo: Está muerto, lo mataron, mataron a Sergio. Véngase ya para la casa. Ahí quedé en shock porque un día antes había estado con él y se vía bien. Cuando mi mente volvió a reaccionar, alisté todo para irme directo a Cali ”, le contó Jean Pierre a la familia de Sergio.
Cuando este llegó a su vivienda encontró que el lugar estaba acordonado y con personal del CTI, quien se estaba encargando de realizar el respectivo levantamiento. “Yo no quise entrar en ese momento a la casa, pues me causaría mucho dolor ver a Sergio en esas condiciones”.
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“Yo vivo en Chile hace algunos años y me enteré de la muerte de mi hijo por una llamada desde el teléfono de Edwin Galeano, pero quien me habló fue un joven que se identificó como Jean Pierre, él me dijo que vivían con mi hijo y lastimosamente lo habían encontrado muerto. La noticia la recibí a las 11:00 p.m. en hora local de Chile. En medio del shock llamé a Paula Cobo, la madre de Sergio, quien también vive en Chile, para darle la trágica noticia”, contó José Luis Benítez.
Los padres de Sergio decidieron llamar a un familiar que residiera en Cali, para que se encargaran de darle cristiana sepultura.
“Aunque aún no han entregado la necropsia, el cuerpo de Sergio estaba tan mal que tuvieron que hacer el velorio a cajón cerrado, pues lo entregaron dentro de una bolsa, ya que su cuerpo estaba lleno de hematomas. Había quedado irreconocible”, dijeron amigos.
Sandra, la tía de Sergio, recibió la trágica noticia por parte de los padres a las 9:15 p.m.
“Nos costó mucho comunicarnos con los chicos, y cuando pudimos llegar al barrio Alfonso Bonilla Aragón ya eran como las 10:30 p.m. y el cuerpo de Sergio ya lo habían llevado a Medicina Legal. Tuvimos la oportunidad de entrar a la vivienda y vimos que había restos de sangre. Los chicos nos contaron que ellos creían que se trataba de un robo, pues se llevaron el celular de Sergio, un televisor y otras pertenencias”, relató.
A pesar de que los compañeros de Sergio hablaron de que se podía tratar de un posible hurto, la familia ha descartado esta hipótesis, pues los cerrojos de las puertas estaban en perfecto estado.
“Por ahora se cree que quien le quitó la vida a Sergio era alguien que él conocía muy bien”, dijeron allegados.
Antes del fatal hecho, Sergio Benítez desapareció de su círculo de amigos y familiares, quienes no supieron nada de él desde el 17 de enero hasta el 27 del mismo mes.
“Él estaba viviendo en el barrio Puertas del Sol, ahí estaba muy bien, después se fue a trabajar como webcam en una vivienda ubicada en el barrio Asturias, y al parecer también vivía ahí, pero tuvo un inconveniente y se fue del lugar. Después de esto se fue a vivir con un amigo que se llama Camilo Rojas y tuvieron una discusión en la que Sergio perdió su celular”, contaron sus allegados, quienes relataron que cuando Sergio los volvió a llamar ya estaba viviendo en el barrio Alfonso Bonilla Aragón.
Todo apunta a que el destino le dio varias oportunidades de que se fuera de aquella vivienda donde lo encontraron muerto, pues su madre estaba realizando todo el proceso para que él viajara a Chile. Además, había quedado de ir a verse con un amigo el 28 de febrero en Calarcá, Armenia.
“Estuve con Sergio justo en la casa donde fue asesinado. Me dijo que llegara y nos parcháramos un rato, cuando llegué vi que estaba con Jean Pierre y otro chico que yo no conocía. Noté a Sergio muy drogado y distante. En medio de la charla le dije, flaco, vente conmigo a Medellín y empezamos nuevos proyectos allá, pero él me dijo que no. Nunca imaginé que dos días después me fuera a enterar de su muerte ”, contó Elkin, ex pareja y amigo de la víctima.
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“Sergio estaba pasando por una depresión muy grande y se veía muy preocupado. La última vez que lo vi fue antes de que se desapareciera, es decir, antes del 17 de enero. Esa vez estaba muy drogado y se veía desesperado, como si alguien le quisiera hacer daño, así que le dije que se viniera a vivir conmigo. Ese día me contó que soñaba con alegrar a las personas con su voz, pues Sergio amaba cantar”, contó Natalia, una amiga, la cual tuvo la oportunidad de hablar con él en la madrugada del domingo 27 de febrero.
“Me escribió a las 3:00 de la mañana diciéndome que fuera hasta el barrio Alfonso Bonilla Aragón para que nos viéramos e hiciéramos unos cócteles, así que yo compre un licor y él me mando la ubicación, pero cuando le iba a confirmar que iba en camino no me respondió más".
"Yo di por hecho que se cancelaba el plan y le dejé un mensaje para decirle que nos veíamos el sábado, pues después de varias conversaciones que tuvimos dijo que aceptaría vivir conmigo y que pensaba trastearse el 5 de marzo, pero la muerte no lo dejó” .
De acuerdo con lo relatado por Juan Camilo, un ex-novio del hoy occiso, Sergio iba a viajar a visitarlo el 28 de febrero a Calarcá, Armenia, pero nunca llego.
“Aunque terminamos, nosotros nos convertimos en amigos. Todos los días hablábamos de lo que hacíamos y de nuestros problemas. La última vez que hablé con él fue el 27 de febrero y ahí quedamos en que al día siguiente él iba a venir a visitarme. Ese lunes lo esperaba con ansias , así que no le escribí ni lo llamé pensando que venía en camino, sin embargo, él nunca llegó, así que decidí llamarlo”.
Aquellas insistentes llamadas no sirvieron, pues Sergio no contestó.
“Le empecé a marcar a las 5:00 p.m. de ese lunes y de cinco llamadas que le hice solo en una me contestaron, pero no era Sergio. Ahí me preguntaron qué a quién necesitaba y se me hizo raro, pues si era el celular de Sergio porque contestaba otra persona, e igual dije que me pasaran a Sergio y me respondieron que no estaba, así que volví a llamar para dejar una razón, pero no volvieron a contestar”, dijo Camilo.
Quien también fue enfático en decir que “Sergio odiaba que alguien más le contestara el celular, pues para él eso era súper privado.
Aunque en una aplicación que utiliza la comunidad LGBTI se ha culpado a varias personas del asesinato del joven, la realidad es que aún ni las autoridades ni su familia tienen idea de quién lo asesinó o por qué lo hicieron, pues Sergio era un joven que destellaba luz y talento. Además, odiaba los problemas.
“Nosotros no creemos que lo haya matado alguien de Grindr como andan diciendo en la app, pues Sergio era muy piloso en todo este mundo. Él jamás por una calentura se iba a ir a ver con alguien que no conocía, pues sabía que la violencia para nuestra comunidad cada vez está más latente. Juzgar y especular en estos casos es muy complicado, pero estamos seguros de que a Sergio Andrés lo asesinó alguien que él conocía y al que le tenía mucha confianza”, dijeron sus amigos.
Que a su vez manifestaron que “en medio del conocimiento que tenemos en el ámbito psicológico y en la forma como lo mataron, se trata de evidenciar que fue un tema de envidia. Sergio era muy lindo y atraía a todas las personas por su rostro y el asesino se la destruyó. Además, Sergio cantaba hermoso y gran parte de las puñaladas que recibió estaban en su cuello. Lo mataron con una sevicia impresionante”.
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