Max, toda una sensación en las vías de la ciudad

Si usted va por cualquier calle de la ciudad no se le haga extraño ver a un Golden Retriever montado en una motocicleta, como si se tratara de un ‘harlista’ de la más vieja data.

Estamos hablando de Max, un perro que enternece las redes sociales y que ‘roba’ por las calles suspiros, sonrisas y corazones.

David Guzmán, el fiel amigo y protector de Max, dice que para él su perro es la mejor compañía que puede tener y por eso lo lleva a todos lados.

Este caleño amante de los animales, quien trabaja hace varios años en la Amortiteca del Valle, cuenta que “en la empresa también realizamos una labor por los animales que están en las calles, tratamos de alimentarlos”.

Hace dos años David decidió ponerle el sidecar -carrito lateral- a su motocicleta para salir con su perro a repartir alimento por las calles, para los canes que no tienen con qué alimentarse.

“Cuando salgo con mi perro lo llevo con todas las medidas de seguridad que requiere un ser vivo. Le pongo su casco, el cinturón de seguridad, el chaleco y además llevo conmigo un impermeable por si llueve y una chaqueta -de cuero tipo Harley- que fue hecha a la medida para Max”, explicó David.
Mejor dicho, Max es un pasajero como cualquier otro.

Este es el video de la historia de Max:

La historia de un perro estrella

Max sabe cuando las personas están hablando de él, pues se sienta y mira fijamente a su interlocutor. Es un can amoroso y enérgico. Como su amo lo indica, es un muchacho joven.

Este cachorro empezó a montar en moto desde los 3 meses de edad, cuando su amo notó que el perro se sentía cómodo.

“Siempre hemos tenido perros en la casa. La mamá de Max era nuestra, ella quedó preñada y regalamos unos cuantos. Yo decidí quedarme con Max, para recordar siempre a la perrita, porque por culpa de un petardo -el 23 de diciembre del 2020- le dio un ataque y murió”.

“Eso fue un hecho lamentable, porque se nos murió una parte de nuestra familia, desde ese entonces ando con mi perro por todos lados”, relató David.

Y es que las calles y la casa no son el único escenario de Max, pues en la oficina de David -en plena Amortiteca- es can es como un trabajador más.

Allí, quienes visitan el lugar tienen la posibilidad de ver al perro andar por todos lados y ser blanco de los mimos y caricias de todos.

“Tener un perro no es tener una mascota, es un acto de responsabilidad, amor y respeto hacia los seres vivos. No es solamente tener el perro y darle amor cuando uno llega de trabajar, se trata de ponerle mucha atención. Un compañero perruno tampoco es para entretener a los niños, es parte de la manada familiar. Para mi el perro no es para la selfie”, aseguró David.

Para este caleño, tener un perro o un gato es vital, puesto que son como unos terapeutas que ayudan a trabajar la ansiedad, la depresión, entre otros problemas psicológicos. Son excelentes compañeros, independientemente de su raza.

La rutina de Max empieza a las 4:00 a.m., cuando llega -tal cual despertador- a levantar a David para ir al parque.

“En la primera salida de la mañana no solo lo saco a dar su paseo, sino que aprovecho y me ejercito”, contó Guzmán.

Al llegar a casa se alimentan, luego Max acompaña a su amo durante el baño y a las 8:00 a.m. ya se están terminando de alistar para ir a trabajar.

“A las 8:30 a.m. ya estamos en la empresa y Max me acompaña en la oficina mientras yo hago mis labores. A las 12:30 p.m. salimos a almorzar, luego vamos de nuevo al parque, reposamos y regresamos a la labor para finalmente retornar a casa”, expresó David.

Los hobbies de Max

A este hermoso perro le encantan los helados y su compañero humano lo sabe, es por ello que a diario lo lleva a un lugar donde se consigue esta golosina especial para canes.

“A Max le encanta el agua, le fascina ir al río y la vegetación. Nos encanta salir a ‘puebliar’ y cuando hay salidas con amigos moteros nos vamos los dos”, anotó el compañero del Golden Retriever.

Una de las cosas que más llama la atención del perro es que por donde sea que vaya -dentro del carrito en la motocicleta- tienen un comportamiento ideal y se mantiene como un pasajero humano.

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