Este fin de semana la ciudad se conmocionó con el hallazgo de dos mujeres, amarradas, golpeadas y con ‘tiros de gracia’ que fueron encontradas en un cañaduzal entre La Arboleda y Villa Rica, Cauca.
Las autoridades realizaron el levantamiento y dieron inicio a la investigación.
Se conoció que las víctimas, ambas de 17 años de edad, eran Tatiana Trujillo y Erika Julio, residentes de los sectores Bonanza y Terranova, en Jamundí, Valle.
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Es de anotar que una de las amigas de Erika tuvo conocimiento de su ubicación gracias a un mensaje que envió horas antes, el cual decía “voy a acompañar a Tatiana, si algo, esta es mi ubicación”, que de hecho, daba justo en inmediaciones de donde encontraron los cadáveres.
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La escena era terrible y para sus familiares, desagarradora.
Precisamente hoy se cumple con el sepelio de una de ellas, de Erika Julio. Hablamos con sus familiares en esta dolorosa situación y esto nos contaron:
Amigos y familiares de Erika Julio se abrazaban al ataúd como negándose a su partida, llorando inconsolablemente por su vida, que no volverá.
Así transcurrió el velorio de la joven que el pasado 21 de agosto, fue encontrada muerta junto a otra adolescente en un paraje solitario del municipio de Villa Rica, en el norte del Cauca.
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Luz Edith Sepúlveda, tía de la víctima, se quebró relatando su mayor tragedia.
“Fue horrible, nosotras dejamos a la niña en casa, ella estaría ahí con la hermanita porque tenemos a mi papá muy enfermo, entonces debemos turnarnos para cuidarlo”, dice entre sollozos.
Sin embargo, esta mujer nunca imaginó que su sobrina no regresaría.
Doña Luz dice, con un nudo en la garganta, que vive diagonal a la casa de su hermana, donde residía Erika.
“A eso de las 8:00 p.m. me trajo a Anto, la menor de ellas, para que la cuidara mientras ella iba a cobrar un dinero a Jamundí, eso me dijo, pero llegaron las 10:00 p.m., ya era muy tarde y yo le preguntaba por qué no había llegado… luego me respondió que ya estaba en la casa, no era así”, dijo.
Al día siguiente, Luz se preparaba para recibirle el turno de cuidado a su hermana, Leidy Johana Sepúlveda, por lo que fue hasta donde su sobrina para llamarla a desayunar. Luego de tocar la puerta por un rato, se dio cuenta que Erika nunca volvió.
El siguiente paso fue notificar a la señora Johana, que sin descanso emprendió la búsqueda de su hija.
Fue así como se acercó a la clínica Piloto de Jamundí, pero nadie con ese nombre había ingresado y la angustia crecía.
Incluso le escribieron al novio de Erika, con el que salía desde hacía un par de meses atrás, pero el joven tampoco respondió.
Más adelante, que estaban resueltas a poner una denuncia por desaparición, llegó la fatídica noticia: la adolescente había sido golpeada, amarrada y baleada en dos oportunidades.
Un par de fotografías en el lugar de los hechos destrozaron a una familia, sobre todo a doña Johana, que cayó desplomada y tuvo que ser remitida por atención médica.
Erika Julio Sepúlveda era muy dormilona, recuerda la tía, era callada, no solía contar sus problemas y tenía una personalidad más bien sencilla.
Manifiesta que la mujer que siempre fue muy independiente y poco le gustaban los abrazos. “Ya tía, no sea intensa”, relata doña Luz en medio de lágrimas y una risa que se niega a salir.
De acuerdo con el testimonio, la joven tenía muchos sueños y uno de ellos era que su abuelo de 88 años, al que cuidaba en la clínica, la viera graduarse y si era posible, iniciar una carrera relacionada con la enfermería.
“Era una niña triste, creció con sus abuelos, su madre trabajaba demasiado y extrañaba a su papá, quien murió cuando ella tenía 8 años. De hecho, hace 8 días nos contó que soñó con él, que la abrazaba y la mimaba mucho, lo cual nos dejó muy angustiadas y ahora, genera un dolor inmenso”, agregó doña Luz.
Después de todo, integrantes de la familia la recuerdan como ‘solo risas’, como una fanática del fútbol, del baile y del ‘mecato’, aunque al final, coinciden en que es incomprensible lo que ocurrió, pues nada justifica una muerte tan atroz.
“Es una pesadilla de la que uno quisiera despertar”, así lo resumieron.
Por su parte, la Fiscalía acogió el caso y están buscando esclarecer los móviles y responsables de este brutal acontecimiento.
Sobre Tatiana Trujillo hay pocos detalles, pero sus allegados lo único que piden es que se haga justicia.
Cabe anotar que Erika será velada también el día de hoy en la funeraria La Misión y tendrá salida a las 2:45 p.m. donde sus dolientes le darán el último adiós.
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