Uno de los primeros objetivos que se trazó Dilian Francisca Toro al llegar a la Gobernación del Valle fue sanear las finanzas y recuperar el liderazgo de la región. Y a pocos días de dejar su cargo, siente que cumplió: el departamento tiene el crecimiento económico más alto del promedio nacional. Para ello fue vital el trabajo de María Victoria Machado Anaya, Directora del Departamento Administrativo de Hacienda y Finanzas Publicas, quien desde el primer día estuvo organizando la casa junto a un equipo humano que se comprometió con la misión. La funcionaria, en diálogo con El País, destacó la importancia que durante todo el proceso le dieron a las habilidades particulares desarrolladas por sus trabajadores, a partir de sus experiencias y experticias laborales.
La gente con talento fue clave para recuperar el liderazgo del Valle…
Ha sido fundamental porque le pone el alma a las cosas. La gente con talento es la que sabe hacer su trabajo, la que conoce su oficio, la que sabe que con su fuerza, su mano de obra puede aportar a todo un proceso. El liderazgo comenzó en cabeza de la señora Gobernadora, que tiene claro para dónde va, sabe dónde había que focalizar la inversión y también supo escoger muy bien la gente que le permitió alcanzar las metas de su Plan de Desarrollo. En el Departamento de Hacienda lo entendimos muy bien y por eso capacitamos a nuestro personal y lo certificamos en sus oficios, dándoles la oportunidad de que suban de nivel.
¿Quedaron satisfechos?
Tenemos un capital humano comprometido, que aplica lo que sabe y yo creo que eso es parte del éxito de la gestión financiera. Se trabajó muy fuerte, porque nosotros tenemos que trabajar pensando en las generaciones futuras. La Gobernación le apostó y ejecutó un proyecto para doctorados y maestrías que benefician a docentes y a funcionarios públicos.
¿Cómo elevaron el nivel de competencia de sus funcionarios?
La Gobernación destinó muy buenos recursos. Se hicieron capacitaciones para que nuestros funcionarios elevaran las competencias en la prestación del servicio, porque creo que a partir de que generemos una nueva conciencia de hacer las cosas bien, de trabajar en pro de todos, y de construir un liderazgo colectivo que nos permita avanzar, vamos a tener un mejor futuro. También se trabajó mucho en la transferencia del conocimiento como un patrimonio de la entidad, para que ese saber no se fugue cuando un funcionario certificado deja su cargo.
En la tarea de reestructurar las finanzas, fue determinante la modernización del sistema financiero…
Eso nos permitió superar 20 años de atraso. Con la ventanilla única de registro incrementamos en $30 mil millones los ingresos por año del Departamento para inversión social. Implementamos una boleta fiscal virtual, entramos en red con las notarías y se hizo también con la oficina de Instrumentos Públicos. Logramos que los ingresos por las estampillas que van para la Universidad del Valle, los hospitales y la cultura, llegaran en tiempo real.
¿Qué más lograron con ese esfuerzo?
Certificar al Departamento de Hacienda en calidad: por eso el Valle del Cauca tiene hoy calificación AAA en el manejo financiero como la entidad de más bajo riesgo. Y por esa razón, el Valle ocupó el primer lugar en desempeño fiscal. Acabamos con las colas del impuesto del vehículo automotor y también para obtener el pasaporte. Se gestionó un recurso de $350 mil millones que se fueron para inversión en varios sectores, entre los cuales $40 mil millones le llegaron al Hospital Universitario del Valle en el primer año de gobierno. Se destinaron más de $4 billones para salud y educación.
Y así fue cómo el Departamento volvió a Categoría Especial....
Al sanear toda la parte fiscal y mejorar los ingresos, se logró volver después de una ardua batalla. Es una categoría que se merece un Departamento de primera línea como lo es el nuestro. Esto implica tener más ingresos, mejores tasas de interés y poder acceder a los recursos de la nación.
La Gobernadora construyó un liderazgo colectivo con el sector privado, público y la academia, donde los recursos del sector público fueron un jalonador del desarrollo económico de la región. Nuestra economía creció 3,1% frente a un 2,7% del resto de Colombia.