Un hombre mató a su esposa de un disparo en la cabeza y luego se propinó uno en el cráneo. El crimen se registró en el barrio La Isla.
En medio de una acolorada discusión en una escena de celos, un hombres identificado plenamente por las autoridades de Policía como Elvis Andrés Escobar Vélez, de 38 años, asesinó a su esposa Geraldine Ramírez Mejia, de 30 años, según lo que le explicaron algunos testigos del hecho a los uniformados que atendieron el caso.
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El terrible feminicidio y suicidio se registró en la madrugada del 9 de septiembre al interior de la residencia donde vivía la pareja, ubicada en la Calle 43 número 8N-21 del barrio La Isla, al norte de la capital del Valle.
En el reporte oficial de la Policía sobre los hechos quedó registrado que la pareja estaba consumiendo licor dentro de su residencia y algunos presentes vieron como este le hizo una escena de celos a su mujer, en la cual le gritaba “que no fuera morronga”.
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Luego de unos minutos de discusión, decidió desenfundar un revólver y dispararle en la cabeza a su mujer, dejándola muerta al interior del baño de la casa y posteriormente se propinó un tiro en la cabeza y salió corriendo de la casa hacía la calle.
Allí, los vecinos lo auxiliaron a él y a su víctima y los trasladados a la Clínica de los Remedios, donde ella llegó sin vida y el hombre murió minutos después por la gravedad de su herida.
Cabe anotar que gracias a información de las autoridades, se supo que el hombre responsable de esta tragedia tenía un registró activo por parte del INPEC por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, por lo que estaba pagando detención domiciliaria en la misma casa donde decidió asesinar a su mujer y quitarse la vida.
La Policía ya inició la investigación
Con todo lo manifestado por testigos del crimen y vecinos de los muertos, las autoridades iniciaron las investigaciones con una hipótesis, la cual está basada en que los hechos se presentaron en medio de un momento de celos e intolerancia entre la pareja.
Sin embargo, realizaron actividades para recoger material probatorio en el vecindario, donde realizaron un barrido de cámaras de seguridad sin ubicar ninguna y le hicieron entrevistas verbales a una familiar de la mujer asesinada y los testigos que vieron como sucedió este terrible crimen, el cual hoy en día tiene de luto a dos familias.
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