Las autoridades conformaron el hallazgo del cuerpo sin vida de un guarda de seguridad identificado como Johan Manuel Lozano García, de 39 años de edad.
El hombre había sido reportado como desaparecido desde el pasado jueves, 4 de mayo, en el municipio de Tuluá (Valle del Cauca). De acuerdo con el reporte de este caso, la última vez que fue visto con vida había salido a compartir con sus amigos.
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Desde esa fecha, sus familiares lo reportaron como desaparecido, y de esa manera iniciaron una búsqueda exhaustiva, dando con el hallazgo de su cadáver en la mañana del domingo, 7 de mayo, en el sector Tres Esquinas con Bocas, zona rural de Tuluá.
Seguidamente, hasta el lugar llegaron unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, para realizar el levantamiento del cuerpo.
Asimismo, según detallaron sus allegados, el hombre trabajaba como guarda de seguridad en una empresa de la ciudad de Manizales. Por lo que viajaba constantemente al corregimiento de San José, en San Pedro, (Valle del Cauca), a visitar a su familia, donde era oriundo.
Hasta el momento, las autoridades se encuentran investigando si el joven fue asesinado o murió en otras circunstancias, por lo que en las próximas horas se pronunciarían de manera oficial.
Entretanto, conocidos del guarda le atribuyen su muerte a la delincuencia que se está viviendo en Tuluá.
“Muy triste. Dicen que todo muerto era buena persona, pero en verdad quienes lo conocimos sabemos que era un buen ser humano. Da tristeza saber que existen personas con sangre tan fría que no piensan cuando le van a quitar la vida a una persona; tan sano como era Johan, que Dios lo tenga en su santa gloria”, expresó James Burgos Marín.
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“Dios mío, qué triste noticia. Descanse en paz y fortaleza a la familia”; “de verdad que lamentable esta situación aquí en Tuluá y que tristeza que Dios les dé fortaleza a esta familia, que hoy por culpa de esta delincuencia tan terrible que se vive en este pueblo sufren tan grande perdida”; “Tuluá está muy peligrosa, ya están matando por solo robar, muy triste y muy delicada la situación”; “aún no lo creo. Tuve la oportunidad de distinguirlo y sé qué clase de persona era. Paz en su tumba”. Son algunos de los comentarios.
A dos hombres, identificados como Robinson Peláez Maya, de 26 años, y Carlos Arturo Giraldo, de 30, ambos oriundos del municipio de Montenegro, Quindío, los asesinaron en Tuluá.
Según las investigaciones, los hombres llegaron al municipio del Valle para asistir a un evento de motociclismo pero se encontraron con la muerte.
El primero en ser atacado fue Robinson, a quien hirieron en el coliseo Victoria Rojas y trasladado a la clínica Mariangel donde falleció.
Carlos Arturo, el otro hombre, fue hasta esa clínica para saber de su amigo y en la parte exterior de urgencias fue baleado y murió de inmediato.
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De acuerdo con la información suministrada por el personal del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, Robinson registraba anotaciones por violencia intrafamiliar, receptación y concierto para delinquir.
Carlos Arturo tenía anotaciones por homicidio, tráfico de estupefacientes, concierto para delinquir y extorsión. Este caso también se encuentra en etapa de investigación por parte de la autoridad.
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