Gil y Raúl Arias eran el padre e hijo asesinados en el barrio Sucre

Gil Arias Velázquez, de 66 años, y Raúl Fabián Arias, de 33 años, eran el padre e hijo asesinados por un sicario en pleno centro de Cali.

De la manera más vil y descarada, un sicario acabó con la vida de Gil Arias Velázquez y Raúl Fabián Arias, padre e hijo, en la Carrera 11D con Calle 19 del barrio Sucre.

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Todo transcurría de manera normal para el comerciante y propietario de la comercializadora de lubricantes Ardecol S.A.S, Gil Arias Velázquez, de 66 años, quien como era su costumbre se encontraba junto a su hijo Raúl Fabián Arias, de 33 años.

La jornada laboral llegaba a su fin, por eso los dos hombres se habían tomado un alto y habían salido a la puerta de su local para conversar un rato con otras personas.

El padre se encontraba conversando a un costado, junto a un vehículo, mientras que su hijo entablaba una conversación al otro lado con otra persona.

A pesar de la distancia, los dos estaban sobre la Carrera 11D con Calle 19.

En cuestión de segundos

Un hombre con un casco en la mano, que al parecer no representaba peligro alguno, se fue acercando a Gil Arias y en un abrir y cerrar de ojos sacó un arma y le disparó.

Al ver lo sucedido, su hijo, Raúl Fabián, gritó y al parecer, según lo que dicen los testigos del hecho, terminó asustando al sicario, quien también le disparó en dos ocasiones más.

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Los dos tendidos en el pavimento fueron auxiliados y llevados de inmediato a dos centros asistenciales.

El padre de 66 años fue trasladado hasta el Hospital San Juan de Dios, pero falleció por la gravedad de las heridas producidas por los tres tiros que recibió.

Su hijo, de 33 años, presentaba un balazo en el lado derecho del abdomen, y otro más en el tórax.

Él fue trasladado hasta la clínica Nuestra, donde minutos después se confirmó su deceso, pese a los esfuerzos del personal médico.

Trabajadores

Sus amigos resaltan la obra social que constantemente realizaba Gil Arias en compañía de su familia, en el barrio Sucre, al entregar alimentos a los habitantes de la zona y regalos para los más pequeños.

Quienes lo conocieron señalan que el comerciante era un hombre muy trabajador, que había logrado crecer con el pasar de los años, y que sobre todo aplaudían el gran corazón que éste siempre tenía para con los más necesitados, sobre todo los de Sucre.

Recompensa

El sicario, que quedó grabado en una cámara de seguridad, fue esperado unos metros más allá del lugar de los hechos por otro hombre que conducía una motocicleta color azul.

Las autoridades ofrecen una recompensa de hasta 30 millones de pesos para quienes den información que ayude a capturar al homicida.

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