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Hace doce años comenzó el camino de Colboletos, el sueño de dos empresarios caleños que más que entradas a espectáculos, querían ofrecerle a los vallecaucanos la garantía de vivir momentos imborrables para su memoria.
Haga memoria de momentos felices. Es probable que en el carrusel de recuerdos aparezca un concierto. O una obra de teatro. Un recital. O un evento deportivo. Tal vez no lo tenga en cuenta pero ese instante, o todos ellos, tienen un sello distintivo asociado con el pase a dicha experiencia: Colboletos, una de las marcas más arraigadas en nuestra región –y en el país- durante los últimos doce años.
En ese periodo, este emprendimiento orgullosamente vallecaucano, propició que millares personas hayan disfrutado de más de 8.500 eventos organizados a lo largo y ancho de Colombia. En ese periodo, entonces, Colboletos se transformó en un sello de garantía para el público, e igualmente para los empresarios, que encuentran en ese nombre un respaldo de calidad a sus necesidades de organización y logística.
La visión de dos pioneros
Colboletos nació del sueño de Carlos Fernández y Jorge Parra, dos emprendedores caleños que en enero de 2007 pusieron en marcha su idea de ofrecer una alternativa de boletería que permitiera al público local, acceso a eventos nacionales e internacionales, bajo la premisa del cumplimiento. Al comienzo era una pequeña semilla corporativa integrada por seis personas, incluidos sus impulsores, que sólo atendía en Cali y que en su primer año alcanzó a operar 20 espectáculos.
El nombre de la marca surgió en medio de un país que para entonces vivía la efervescencia por reivindicar lo propio. Así que, pensando en que su propósito era ofrecer el servicio de boletería para toda Colombia, la sigla Colboletos fue la gota justa en medio de una lluvia de ideas. La propuesta quedó complementada con el eslogan: ‘Tu entrada a los mejores eventos’.
Hoy en día Colboletos opera cerca de 600 espectáculos al año, que incluyen conciertos, eventos deportivos, certámenes culturales, ferias o funciones de teatro. Ya sean que estén planeados para cien asistentes, o para 200 mil almas, la firma despliega toda su capacidad buscando siempre colmar las expectativas del público y de sus organizadores. Para ello, además de su sede principal en Cali, cuenta con oficinas en Pereira, Medellín, Bogotá y Pasto. El próximo año abrirá otra en la Costa Atlántica.
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Uno de los secretos del éxito de Colboletos es que ha sabido adaptarse rápidamente a los cambios tecnológicos de su sector, garantizando que el público pueda adquirir de manera confortable y segura sus entradas, a través de distintas plataformas: puntos de venta físicos, servicio a domicilio, o compra virtual; su aplicación para móviles ha registrado una descarga superior a los 200.000 usuarios.
Y la evolución continúa. Decidida a propiciar que el público, más que comprar la entrada a un evento, adquiera una experiencia, la marca comenzó a incursionar en el manejo de escenarios para así lograr mayor control de todos los detalles logísticos de la organización de eventos y llevar a los espectadores a nuevos niveles de disfrute. Para ello ha desarrollado convenios con salas como el Teatro Calima, en Cali, o la carpa Capital 2024 en Bogotá. Sin embargo, tal vez su mayor apuesta será la apertura de la Arena Cañaveralejo, el primer escenario de este tipo en el suroccidente del país. Gracias a una unión temporal, la marca va a administrar la restaurada Plaza de Toros de Cañaveralejo, que se espera esté lista para abrir sus puertas en febrero del próximo año. A esa iniciativa suma proyectos similares en el Eje Cafetero y Medellín.
Por entender las necesidades de los espectadores y trabajar para ellos, por ser un puente efectivo para llevarlos vivir momentos inolvidables, por ofrecer garantía, comodidad y respaldo, por su adaptación a las transformaciones, por todo eso, es que Colboletos es una Marca de Corazón.
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