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El matrimonio estadounidense conformado por David Allen Turpin, de 56 años, y Louise Ann Turpin de 50, fueron condenados a cadena perpetua por haber mantenido encerrados y torturado a 12 de sus 13 hijos durante la mayoría de su vida.
La pareja fue acusada por más de 14 cargos, entre ellos secuestro y tortura. El matrimonio fue detenido en enero del año pasado en su casa de Perris en el sur de California, gracias a que una de las hijas, logró huir y llamar a la Policía.
Cuando llegaron las autoridades descubrieron una verdadera casa del terror, según medios locales, los jóvenes pasaban la mayoría del tiempo encadenados y apenas los dejaban asearse, por lo que se encontraban en condiciones precarias y con mal nutrición.
Los padres podrán pedir la libertad condicional en 25 años. Por su parte, los 13 hijos de la pareja están a cargo de los servicios sociales del Condado de Riverside.
“Es el caso más horroroso que he visto en toda mi carrera como fiscal”, aseveró hoy el fiscal Mike Hestrin.
Louise pidió perdón “por todo el daño” había hecho a sus hijos. “Les quiero más de los que jamás imaginarán”. Si consiguen la libertad condicional dentro de 25 años, el padre tendrá 82 y la madre 75.
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