Un grupo de jóvenes filipinos, acosados por el calor de su país, decidieron llenar de agua la sala de su casa y convertirla en un balneario.
Asediados por el calor, y también por el encierro por la cuarentena para paliar el coronavirus, un grupo de jóvenes de Batangas, Filipinas, convirtieron una de las habitaciones del primer piso de su casa en una piscina.
Con temperaturas de hasta 40 grados, la población a 100 kilómetros de Manila se encuentra sumida además al encierro, dos razones suficientes para que los curiosos desocuparan la habitación, sellaran la puerta e instalaran una manguera para llenar de agua al recinto.
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El reporte lo hizo el medio The Wather Channel, que dejó en duda si los jóvenes aislaron la energía para evitar un 'baño electrizante'.
Lo cierto es que el video donde el grupo se ve bañando en la improvisada piscina de 60 centímetros de alto, después de acceder por una de las ventanas, ya es viral en redes sociales.
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