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Juttima Chinnasri es una australiana que tuvo síntomas de una simple gripa y pensó que la podía controlar con medicamentos, pero luego su salud empeoró al tener fiebre, fatiga y ver que los dedos de sus manos se ennegrecieron.
Al ir al hospital le diagnosticaron una enfermedad meningocócica, en la que una bacteria envenenó su sangre y avanzó tanto que llegó a sus piernas, razón por la que los médicos tomaron la decisión de amputárselas. Sus dedos también corrieron la misma suerte.
Aunque al principio fue una situación difícil, esta mujer se las ha ingeniado para seguir con su vida y sueños adelante.
“Cuando desperté vi mis dedos y mis pies y me quedé en shock. Estaba aterrada, y por un par de días me rehusaba a aceptar que me hubieran amputado, pero después entendía que los doctores no podían hacer nada para salvarlas”, le dijo Juttina Chinnasri al diario The Sun.
Así se veía antes de que ocurriera su enfermedad.
Ahora después de comenzar a entrenar en el gimnasio y darle una nueva motivación en su vida, luce así:
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