El coronavirus en Ecuador ha golpeado con fuerza al personal de salud, que suma 1600 infectados (casi la mitad de la cifra nacional) y doce muertos.
La pandemia en Guayaquil está llevándose por delante a médicos y enfermeras, la primera línea de choque contra el nuevo coronavirus. La velocidad de contagio dentro del sistema de salud, ya minado por la ola de pacientes, podría debilitarlo aún más antes de que llegue lo peor.
Según el viceministro de Salud, Ernesto Carrasco, hay 1.600 médicos, enfermeras y trabajadores del aparato sanitario contagiados que están en cuarentena. Una decena falleció.
En Ecuador, ya van más de 3.700 casos con 191 muertos, lo que quiere decir que cerca del 48% de los infectados en todo el país suramericano son servidores del sistema de salud, incluyendo a administrativos.
"Tenemos equipo, camas, espacio, pero nos hace falta personal", reconoció viceministro de Salud, Ernesto Carrasco.
Enfrentan la guerra sin escudo
La AFP escuchó a varios médicos y enfermeras que pidieron reserva de identidad por temor a sanciones.
"Fuimos a la guerra sin armas". Encerrada en su habitación con síntomas del Covid-19, una enfermera de 55 años describe así su dolor por lo ocurrido con colegas en Guayaquil, donde cinco han muerto y 80 están contagiados.
"No se prepararon con los insumos adecuados sabiendo que esto ya venía arrasando Europa", lamenta.
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Según cuenta por teléfono, a su servicio de emergencia ingresó "bastante (paciente) sintomático, pero como no había pruebas para hacer simplemente les trataban como una gripe y vayan para la casa".
Además, "no nos daban los elementos de protección personal, igual no se puede negar la atención y nos tocó salir a atender a los pacientes como estábamos". Así se han ido quedando en el camino los llamados a dar asistencia directa en la crisis.
El gobierno de Lenín Moreno, que decretó el toque de queda para enfrentar la propagación, soporta también las críticas por el temprano colapso del sistema mortuorio en Guayaquil, de las ciudades más pobladas del país (2,7 millones de personas).
4.165hospitales tiene Ecuador, de ellos 3.321 públicos.
La medida de excepción ralentizó el servicio funerario, que en algunos casos dejó de prestarse porque los trabajadores, temerosos de contagiarse, evitaron ir a domicilios.
La emergencia los desborda
Un médico que está en la primera línea de acción también relata lo que está ocurriendo en las salas de emergencia: "Lamentablemente mandamos a las personas a morir en la casa porque no tenemos nada que ofrecer, no hay ni siquiera tomas de oxígeno".
"Son centenares de familiares y personas que están clamando ayuda" en las casas de salud, pero ahí no hay más que ofrecer "que cadáveres". Incluso ya se ven cuerpos en los pasillos de emergencia, agrega.
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Las salas de emergencia colapsaron con los médicos dentro. En Guayas han fallecido al menos 45, según un recuento del gremio de esa provincia que incluye a afectados por la pandemia y a quienes no pudieron tratarse otros males ante la saturación del servicio hospitalario.
El presidente de la Federación Médica Ecuatoriana (con sede en Quito), Santiago Carrasco, advierte que el sistema de salud "está bajo mucha presión" y "el uso de camas es impresionantemente alto".
El gobierno pretende habilitar en todo el país 900 camas hospitalarias en albergues, ante la proyección de que un 20% del total de infectados requiera atención clínica y un 6% de ellos ingrese en terapia intensiva.
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