Albino Luciani fue elegido como sumo pontífice en agosto de 1978 y falleció un mes después. Las dudas sobre su muerte aún generan teorías conspirativas.
Por: Redacción el Qhubo/Periodista Jhisús Chacín
Albino Luciani, más conocido como Juan Pablo I, fue elegido papa el 26 de agosto de 1978. Su elección trajo una bocanada de esperanza a la Iglesia católica, un pontífice sencillo, cercano y con una sonrisa constante que rápidamente conquistó a los fieles. Sin embargo, su mandato duró apenas 33 días, convirtiéndose en uno de los pontificados más breves de la historia moderna y, al mismo tiempo, uno de los más misteriosos.
El 29 de septiembre de 1978, el Vaticano anunció que el papa Juan Pablo I había fallecido a los 65 años a causa de un infarto agudo de miocardio. No obstante, las versiones contradictorias que surgieron desde las primeras horas alimentaron una ola de especulaciones que, más de cuatro décadas después, siguen sin disiparse por completo.
Albino Luciani, Juan Pablo I, cuyo papado duró sólo 33 días. Habría podido ser el gran reformador de la Iglesia Católica; por eso fue asesinado el 28 de septiembre de 1978, el día en que nací.
— Nubia E. Rojas G. (@NubiaERojas) February 22, 2025
Pienso en él, a propósito de la salud del papa Francisco.pic.twitter.com/0RxuGChpEo
Inicialmente se dijo que su cuerpo fue hallado por su secretario, John Magee. Pero pronto se supo que fueron en realidad dos monjas quienes lo encontraron en la madrugada, aún con las gafas puestas y la luz encendida, lo que generó sospechas sobre las verdaderas circunstancias de su fallecimiento. A esto se sumó el hecho de que no se le practicó una autopsia, lo que alimentó teorías de un posible envenenamiento o incluso un asesinato.
Uno de los factores que más han llamado la atención fue su intención de reformar las finanzas del Vaticano y enfrentar figuras poderosas dentro de la Curia, como el entonces arzobispo Paul Marcinkus, responsable del Banco del Vaticano, y el cardenal Jean Villot, con quien habría tenido una fuerte discusión la noche previa a su muerte.
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1/ 26 de agosto de 1978
— Emilio Sánchez Lozano (@EmilioSLozano) April 23, 2025
Albino Luciani es elegido Papa.
Toma el nombre de Juan Pablo I, en honor a sus dos predecesores inmediatos.
Nadie lo esperaba.
Fue un "outsider": cercano, humilde, pastoral.
Y en 33 días, conquistó el corazón del mundo... pic.twitter.com/zTG6O1s65l
El periodista británico David Yallop avivó estas teorías con su libro “En el nombre de Dios” (1984), donde sugiere que Juan Pablo I fue víctima de una conspiración interna. Aunque muchas de estas afirmaciones han sido rechazadas por fuentes oficiales y familiares, como su sobrina Pía Basso, la falta de claridad histórica ha convertido su muerte en uno de los capítulos más intrigantes de la Iglesia católica.
Juan Pablo I fue también el primer papa en adoptar un nombre compuesto, un homenaje a sus dos predecesores, Juan XXIII y Pablo VI, cuyos legados admiraba profundamente. Su elección fue vista como un puente entre tradición y cambio.
Obra recomendada.
— Graciela Villalaz (@gvillalazh) April 23, 2025
Excelente prosa, fabuloso contenido, extensa bibliografía y muy buena fotografía.
David Yullop escribe sin reservas y con firmeza en su mano. 👇🏼 pic.twitter.com/jXYBMfJbvf
A pesar de su breve paso por el Vaticano, su legado perdura. Fue llamado “el papa de la sonrisa” por su actitud cercana y bondadosa, y para muchos creyentes, representó un verdadero símbolo de humildad, empatía y esperanza.
En un contexto donde la figura papal vuelve a ser tema de conversación tras el reciente fallecimiento del papa Francisco (abril de 2025), la memoria de Juan Pablo I resurge como una figura luminosa y trágica. Su historia, marcada por el misterio, sigue generando preguntas sin respuesta en la historia contemporánea del Vaticano.
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