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La edición de 2020 de la feria de electrónica de consumo CES que abrió este martes sus puertas al gran público será recordada como la primera que amparó sin tapujos la tecnología sexual y confirió así un aura de respetabilidad a una rama tradicionalmente vista con recelo desde el sector.
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Vibradores femeninos, masturbadores masculinos, estimulantes de placer y todo tipo de juguetes se exhibieron abiertamente por primera vez este martes en la mayor feria de electrónica del mundo, compartiendo tarima con las últimas novedades en televisores, ordenadores, drones, robots industriales y vehículos autónomos.
"Nosotros nos dirigimos a cuatro escenarios distintos: relaciones a distancia, placer individual, profesionales del sexo y parejas que quieran probar cosas nuevas", explicó a Efe Gerard Escaler, jefe de marketing de la firma hongkonesa Lovense.
Autopromocionada como "Tecnología sexual para cada dormitorio", Lovense presentó en CES su último modelo de masturbador masculino, el Max 2, consistente en un tubo de plástico con el interior de látex y una clavija que simula una vagina por la que se introduce el pene.
Max 2 se conecta por Bluetooth a una aplicación móvil desde la que el usuario regula el grado de vibración y de contracción del aparato, de manera que puede modificar estas variables a lo largo de la experiencia sexual y puede usar programas estimulantes creados por terceros.
"Para las relaciones a distancia, con la aplicación se puede controlar el masturbador desde cualquier parte, de manera que, por ejemplo, si un chico se encuentra en Hong Kong y su pareja de viaje en Las Vegas, con Max 2 pueden seguir practicando sexo aunque les separen miles de kilómetros", apuntó Escaler.
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