La pandemia por el Covid-19 y las restricciones que pudieran impedir la producción de nuevo contenido para streaming dejaron de ser una justificación para que Netflix cancelara tantas series. Sin embargo, la plataforma ha sido cuestionada por fans, críticos y medios internacionales por su frecuencia en la interrupción de la secuencia de una serie de estreno.
Desde el punto de vista monetario, uno de los factores clave que determina la longevidad de una serie en la plataforma es su nivel de audiencia con respecto a su costo de producción.
Netflix se toma aproximadamente 21 días para determinar si una serie es rentable para su permanencia en línea. Variables como la rapidez en la que se consumen los capítulos y las métricas de audiencia hacen permanecer el tiempo de vida de una serie en streaming.
Sin embargo, se han presentado casos en los que se cancelan series con elevados niveles de audiencia. ‘The OA’, ‘Sense8’ y ‘Altered Carbon’ son algunos de los ejemplos de las producciones que contaba con público en la plataforma, pero cuya transmisión fue interrumpida de manera abrupta por parte de la productora.
Bela Bajaria, ejecutiva global de Televisión de Netflix aseguró al medio de comunicación Deadline que las métricas del nivel de renovación de sus shows son similares al de todas las plataformas de la industria (67%). Mientras que Ten Sarandos, jefe de contenidos y co-CEO de Netflix, declaró en la misma entrevista que la estructura de series largas ya no tiene sentido en el contexto actual.
Hay una variedad de factores que se tienen en cuenta a la hora de tomar la decisión de cancelar una serie de estreno, entre los que están el coste de producción elevado en comparación con el nivel de audiencia; cambios en la estructura de la audiencia tradicional a una moderna y más ‘efímera’ o ‘superflua’ y, por último, simplemente no llegar a los estándares de calidad a juicio de la productora.
Fabian Esteban, director y fundador de Happy Monkey Films, afirma que Netflix está reorganizando su contenido y producción para enfocarse más en el público al que quiere llegar, una decisión que, para la audiencia en general, sí va a disminuir un poco la credibilidad.
“La estrategia a la que le está apuntando Netflix es agridulce; aunque estén disminuyendo la credibilidad de la audiencia con la interrupción de series con grandes cifras en reproducciones, también se apunta a la fidelización del público objetivo, es decir, no le sirve dirigirse a una audiencia en masa que no esté consumiendo, pero si a una más selectiva, con alto nivel de consumo de contenido streaming”. afirmó el director colombiano.
Los costos de producción, además de ser insuficientes, en muchas ocasiones pueden ser drásticamente elevados. Tal es el caso de la serie ‘The Crown’, que desde su debut en 2016, ha sido una de las más proclamadas de Netflix. Esta secuencia, que da vida a la Reina Isabel II, tiene un costo aproximado de US$130 millones por cada temporada al aire. También sucede con ‘Stranger Things’, que por cada episodio se gastan cerca de US$8 millones.
‘Sense8’, por su parte, desde que se lanzó en 2015 causó revuelo entre la comunidad de streaming. No obstante, no se pactó una secuencia más que las dos primeras temporadas, dado que el costo de producción por episodio está cercano a los US$9 millones.
Netflix acaba de cancelar una de las series que, para los fanáticos, ha sido de las más vistas del año y que fue estrenada hace poco más de dos meses, el 14 de enero de 2022: Archivo 81. Aunque la serie deslumbró a más de uno dentro de la audiencia, no pasó mucho tiempo para que desapareciera su nombre en la lista del Top 10 que arroja Netflix desde su plataforma, tomando la decisión de no seguir con la segunda temporada de la serie.
La rapidez en la que los usuarios consumen los capítulos es otra variable clave, como lo mencionó Esteban. El nuevo contexto de la audiencia que promueve Netflix no involucra series largas, que anteriormente funcionaban y permanecían en la plataforma. Ahora, la apuesta se hace con miras en la construcción de un nuevo nicho de mercado, con nuevos clientes y más dinamismo en el consumo de contenidos (más rápido).
Así como cancelan series masivamente por cualquier factor determinante (costos de producción o calidad de contenido), con la misma frecuencia se enfocan en la generación de más y más propuestas audiovisuales para ese nuevo nicho de mercado, que están creando, educando y expandiendo.
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