Un grave incidente sacudió la tranquilidad de la isla de Oléron, en la costa oeste de Francia, la mañana de este miércoles 5 de noviembre. Un hombre de 35 años fue arrestado tras atropellar deliberadamente a varios peatones y ciclistas, en un hecho que dejó al menos diez personas heridas, cuatro de ellas en estado crítico.
Según confirmaron las autoridades locales, el sujeto embistió a las víctimas mientras circulaban al borde de la carretera, en las zonas de Saint-Pierre-d’Oléron y Dolus-d’Oléron. Tras ser detenido, el hombre gritó la frase “Allahu Akbar”, que en árabe significa “Allah es grande”, lo que generó alarma entre los presentes.
De acuerdo con el reporte del fiscal de La Rochelle, Arnaud Laraize, el agresor descendió del automóvil después del atropello e intentó incendiar el vehículo, aunque las llamas fueron controladas rápidamente por los equipos de emergencia. Dentro del coche, los agentes hallaron bombonas de gas, lo que reforzó las sospechas de una acción premeditada.
El arresto se produjo con el uso de un táser, luego de que el hombre opusiera resistencia. No obstante, las autoridades señalaron que por el momento el caso no ha sido clasificado como un acto terrorista. La investigación avanza bajo el cargo de intento de asesinato, mientras se analizan los motivos del ataque y el historial del detenido.
El alcalde de Saint-Pierre-d’Oléron, Christophe Sueur, declaró al diario Le Parisien que el individuo “tenía la intención deliberada de embestir con su coche a todas las personas que pudiera encontrar”. También reveló que el hombre era conocido en la zona por “su consumo regular de drogas y alcohol”, además de tener antecedentes por delitos comunes.
El ministro del Interior, Laurent Nuñez, confirmó a través de redes sociales que el conductor fue detenido por la policía y que varias víctimas permanecen hospitalizadas. “Dos personas están en estado crítico y otras tres resultaron heridas. A petición del primer ministro, me dirijo al lugar de los hechos”, indicó el funcionario.
El suceso ocurre pocos días antes del décimo aniversario de los atentados yihadistas que estremecieron a Francia en noviembre de 2015, cuando 130 personas murieron en París y Saint-Denis. Este contexto ha incrementado la preocupación en torno a posibles actos de violencia con motivaciones extremistas.
Las autoridades francesas mantienen desplegado un dispositivo de seguridad reforzada en la región mientras continúan las investigaciones. Aunque el ataque aún no ha sido vinculado oficialmente con el terrorismo, la presencia de materiales inflamables y las palabras pronunciadas por el agresor han elevado las alertas en todo el país.
El caso de la isla de Oléron ha abierto una nueva investigación judicial en Francia. Mientras las víctimas continúan recibiendo atención médica, las autoridades buscan determinar si el acto responde a un brote individual de violencia o si tiene vínculos con una posible motivación ideológica.
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