La líder opositora, reconocida por su papel en la resistencia al régimen venezolano, recibe el máximo galardón por su compromiso con la democracia y los derechos humanos.
Redacción El Qhubo/ Periodista Jhisús Chacín
La opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada este viernes con el Premio Nobel de la Paz, en reconocimiento a su incansable lucha por la libertad y la democracia en un país marcado por más de 25 años de régimen chavista. Su nombre, símbolo de resistencia, se convirtió en un referente de esperanza para millones de venezolanos dentro y fuera del país.
“¿Qué es esta vaina? Yo no lo puedo creer”, exclamó Machado al conocer la noticia en conversación con Edmundo González, a quien numerosos gobiernos reconocen como presidente electo de Venezuela. La dirigente, de 58 años, vive en la clandestinidad desde hace más de un año, luego de denunciar un presunto fraude en las elecciones presidenciales de 2024 que dieron la victoria a Nicolás Maduro.

Ingeniera industrial y madre de tres hijos, Machado inició su camino político en 2002 al fundar la organización Súmate, con la que impulsó un referendo para revocar el mandato del entonces presidente Hugo Chávez. Años después, fue elegida diputada al Parlamento, donde enfrentó de forma directa al mandatario con frases que quedaron grabadas en la memoria de los venezolanos.
“Expropiar es robar”, le dijo a Chávez en 2012 durante su rendición de cuentas, en una de las confrontaciones más recordadas del chavismo. Esa actitud frontal la consolidó como una voz firme contra el poder y una figura clave en la historia reciente del país.
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En octubre de 2023, arrasó en las primarias de la oposición, consolidándose como su principal líder. Sin embargo, su candidatura fue inhabilitada por 15 años por el Consejo Nacional Electoral (CNE), decisión ratificada por el Tribunal Supremo. Pese a ello, Machado se convirtió en la principal promotora de la campaña de Edmundo González, recorriendo Venezuela en automóvil ante las restricciones para volar.
Durante su campaña, miles de personas la aclamaban como “libertadora”, reflejando el fervor popular que su figura despertó. “Es nuestra esperanza, nuestra libertad”, expresaban sus seguidores en actos multitudinarios. Esa conexión con el pueblo la convirtió en un fenómeno político comparable, según analistas, al magnetismo que alguna vez tuvo Hugo Chávez.
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— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 10, 2025
The Norwegian Nobel Committee has decided to award the 2025 #NobelPeacePrize to Maria Corina Machado for her tireless work promoting democratic rights for the people of Venezuela and for her struggle to achieve a just and peaceful transition from dictatorship to… pic.twitter.com/Zgth8KNJk9
Tras denunciar el fraude electoral de 2024, Machado pasó a la clandestinidad. Desde entonces, ha continuado su labor de denuncia mediante conferencias virtuales y redes sociales, recibiendo apoyo internacional y reconocimiento a su liderazgo civil.
El reconocimiento a María Corina Machado como Premio Nobel de la Paz marca un hito histórico en la política venezolana. Su figura se consolida como símbolo de resistencia cívica y su premio, como una señal de apoyo mundial a la búsqueda de una salida democrática para Venezuela.





