En un momento en el que Turquía sigue recuperándose de los devastadores seísmos del 6 de febrero en el sur el país, cerca de la frontera con Siria, sufre unnuevos sismo.
El director de la Agencia para la Gestión de Desastres y Emergencias turca (AFAD), Yunus Sezer, ha apuntado que hasta el momento se han confirmado 69 heridos a causa del seísmo, cuyo epicentro ha estado ubicado en la localidad de Yesiliurt, con el hipocentro situado a unos siete kilómetros de profundidad.
Asimismo, el ministro de Educación turco, Mahmut Ozer, ha confirmado que 20 de los heridos se encuentran hospitalizados y ha señalado que cinco personas han sido rescatadas de entre los escombros. En total, 22 edificios se han derrumbado a causa del terremoto, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Las autoridades turcas han cifrado en cerca de 44.400 los muertos por los terremotos registrados el 6 de febrero, que dejaron además cerca de 6.000 fallecidos en Siria, si bien el número de víctimas en el país árabe es mucho más difícil de calcular, especialmente en el noroeste, en manos de grupos rebeldes.
Las labores de rescate de cuerpos en Turquía y Siria están siendo apoyadas por ratones entrenados con equipos especiales.
Las víctimas mortales que dejaron estos dos terremotos de 7.8 y 7.5 grados, ya supera las 36.000. Aunque cada vez disminuyen más las posibilidades de encontrar personas con vida, las labores de búsqueda siguen más activas que nunca en Turquía.
Hasta el lugar fueron llevados un grupo de roedores entrenados desde el 2021 por una organización de Bélgica y financiados por Turquía. Los cuales apoyan las labores de rescate.
Los ratones están equipados con una mochila especial, una cámara de alta definición, micrófono y GPS para poder conocer el lugar exacto donde puede haber personas atrapadas.
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Su flexibilidad, tamaño y agilidad, les permite llegar hasta lugares donde no pueden llegar los rescatistas. Cuando logran su objetivo, son llamados por un pito para que regresen al lugar inicial.
Rendirse no es una opción para los rescatistas en Turquía, después de 261 horas del terremoto hay esperanza. Mustafa Avci, un hombre de 33 años, fue encontrado con vida y su historia le ha dado la vuelta al mundo. Sus primeras palabras activan la sensibilidad de cualquier persona y llenan de fuerza a los rescatistas.
Tras ser rescatado de los escombros de un edificio derrumbado en el sur de Turquía, el hombre pudo establecer una conversación telefónica con un amigo.
“¿Cómo están mi madre y todos?”. ¿Todos escaparon bien? Déjame escuchar sus voces por un momento”.Fueron las primeras palabras del hombre.
Su amigo, mientras tanto, le decía que iba manejando para encontrarse con él. En medio de la alegría por ser rescatado, este hombre besó las manos del rescatista y le expresó su agradecimiento. “Que Dios esté mil veces feliz contigo”, le dijo Mustafa.
Así como esta, se han conocido decenas de historias de personas que fueron rescatadas y la vida les dio una nueva oportunidad en medio de la tragedia.
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