Desde la mañana de este miércoles 7 de junio, el Papa Francisco fue hospitalizado por una hernia incisional, y tras las alertas por la salud del pontífice, quien se ha visto asistir a múltiples eventos en sillas de ruedas por sus dolencias en la rodilla, la Santa Sede dio un parte de tranquilidad a sus feligreses en su último reporte.
Al parecer, la operación, bajo anestesia general, del papa Francisco de 86 años, por una hernia abdominal terminó “sin complicaciones”, anunció el Vaticano. “La intervención terminó: se realizó sin complicaciones y duró tres horas”, indicó en un breve comunicado difundido en Telegram, sin aportar más detalles.
Por otro lado, las audiencias del papa argentino fueron anuladas hasta el 18 junio “por precaución”, pues la intervención requerirá “varios días” de hospitalización.
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Tras dirigir como cada semana la audiencia general en la plaza de San Pedro del Vaticano, y saludar a los fieles a bordo del “papamóvil”, el pontífice fue llevado bajo escolta policial al hospital Gemelli, en el noroeste de la capital italiana.
Seguidamente, la intervención consistió en una laparotomía (incisión del abdomen) y la colocación de una prótesis.
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“La operación, concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al Santo Padre, se hizo necesaria debido a una eventración incarcerada que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran”, explicó en un comunicado el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Asimismo, luego de la intervención, retomará el ejercicio de su ministerio, “aunque sea desde una cama de hospital”, señaló a la prensa el número 2 de la Santa Sede, el cardenal Petro Parolin.
Cabe recordar que el papa tiene previsto permanecer en la décima planta del hospital Gemelli. Esta es la misma habitación que usó el papa Juan Pablo II.
La salud del santo padre ha alimentado regularmente las especulaciones sobre una posible renuncia. En varias ocasiones dijo que se plantearía dimitir -como hizo su predecesor Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre- si su salud así lo obligara, pero recientemente dijo que tal escenario no era de actualidad.
Pese a todos estos percances en su salud, Francisco mantiene su programa de viajes. A inicios de agosto tiene previsto visitar Lisboa con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, y en septiembre tiene agendados sendos viajes a Mongolia y Marsella, en el sur de Francia.
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El papa es seguido de forma permanente por un equipo médico, tanto en el Vaticano como durante sus visitas al extranjero.
Un dispositivo necesario, máxime cuando tiene a sus espaldas un pesado historial clínico, ya que con 21 años sufrió una pleuresía, una afección grave que le supuso la ablación parcial de un pulmón.
*Con información de AFP.
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