Seguramente usted ya esté preparando todo para esta Navidad y fin de año. Si dentro de sus planes está tomarse uno que otro traguito, siga leyendo que le tenemos algunas recomendaciones para que el guayabo no le dé muy duro.
Aunque la primera recomendación siempre será que tome con moderación, si ya se pasó de tragos o si al otro día lo está matando el guayabo, esto es lo que puede hacer.
¿Cómo manejar el guayabo?
En estos casos, según Juan Camilo Marín, médico y docente del CES, sepa que si tomó mucho, el guayabo puede ser peor o más fuerte.
Recordó que los síntomas normales son el dolor de cabeza, el mareo, la visión borrosa, náuseas y pereza. Todos son causados por lo mismo: la deshidratación.
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Según el experto, el alcohol inhibe unas encimas corporales tanto de los riñones como del hígado que produce la eliminación excesiva de orina, por lo que la persona, por decirlo de alguna manera, elimina el agua corporal y percibe síntomas de deshidratación.
Por eso, cuando vaya a tomar licor, lo mejor es que se mantenga hidratado (pasé el trago con bastante agua), coma bien y evité así una de esas resacas que solo dan ganas de decir: “No vuelvo a beber”.
Al otro día, si le dio mucho guayabo, tome mucha agua, pero no un litro de tacada. Se recomienda 2 o 3 sorbos cada media hora o una hora.
Además, aunque hay medicamentos que le pueden ayudar a pasar la maluquera, evite la automedicación.
Ojo con el licor adulterado, que no sea un guayabo mortal
Pero si hay algo de lo que sí debe estar a kilómetros de distancia es del licor adulterado. Las consecuencias de su consumo pueden ser la pérdida de la visión parcial o total o incluso de la vida.
Síntomas como somnolencia, dolor de cabeza agudo o alteraciones visuales pueden ser los más comunes.
Expertos aseguran que uno se conoce tan bien, que sabe cuando un guayabo no es normal. Así que si sospecha que lo que puede estar experimentando usted o alguna persona de su familia es una intoxicación, no dude en ir a un servicio de urgencias.
Además, siempre compre el licor en sitios de confianza y recuerde que a nadie le regalan nada, así que desconfíe del licor barato.
Redacción Q’hubo Medellín
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