Marcela Mcclausand, presentadora de moda de ‘El desayuno’, habló de lo que significa llegar a la televisión a romper con los estereotipos de belleza de la sociedad.
En la televisión nos acostumbraron a ver cuerpos perfectos, caras divinas y vidas arregladas. Un ideario de seres humanos que, en la mayoría de ocasiones, distan de la realidad. Marcela Mcclausand llegó para revolucionar esa idea.
La hija del fallecido periodista Ernesto Mcclausand es una importante blogger de moda para personas talla XXL y ahora la dueña y señora del tema en ‘El desayuno’, el magazine de Canal RCN.
¿Qué significa para usted llegar a cambiar estereotipos en la televisión?
El mundo entero. Desde creé mi blog hace cuatro años siempre he querido demostrarle a las mujeres que todas podemos romper estereotipos siendo nosotras mismas, y qué mejor plataforma que esta.
No olvideMacla también es modelo e influencer de Instagram, en su cuenta @maclablog.
¿Qué es lo más difícil de romper esas barreras?
Todavía hay mentes muy cerradas, pero me parece rico que todavía haya cosas por cambiar, porque podemos trabajarlo.
¿Qué hace cuando regresa el miedo?
La clave es siempre atreverte. Así me esté muriendo de miedo, le doy con toda. Tengo mi ritual para llenarme de buena energía, me aferro a Dios.
¿Qué tantas cosas tuvo que vivir por cumplir con una talla?
Sigue siendo una lucha, porque sigo pensando que el peso es un tema de salud y hacer ejercicio también. Pero mi mensaje real es que no tienes que esperar a ser flaca para ponerte un vestido de baño, ni tener dinero para montar un negocio. No hay que posponer los planes.
¿Cuál es el mensaje de Marcela para esas personas que se sienten acomplejadas por su cuerpo?
Que piensen en algo que siempre han querido hacer y se lancen. Lo más feo que van a hacer es cruzar la puerta del miedo.
¿Hay una pasión distinta a la moda?
De pronto no conocen que soy fotógrafa. No lo estudié, pero era uno de los hobbies que compartía con mi papá. Cuando era niña, me gustaba coger las barbis, vestirlas y tomarles fotos. Ellas eran las maquetas de mis sueños.
