La millonaria indemnización que pagará Peter Manjarrés a un corista


 

En enredos financieros está el cantante de vallenato Peter Manjarrés, quien según la Corte Suprema de Justicia, debe pagar 48.909.138 de pesos a un hombre que contrató en agosto de 2003 como corista de su grupo musical.

El cantante, quien es propietario de Inversiones Artísticas Peter Manjarrés, celebró un contrato laboral con Italo Rafael Todaro, y acordaron que este último se comprometía a cantar en 20 presentaciones al mes a nivel nacional e internacional.

Todaro, quien estuvo vinculado con Manjarres hasta diciembre de 2008, interpuso una acción legal para que el cantante le cancelara las primas de servicio, las vacaciones no disfrutadas y la indemnización por despido injusto.

El pleito judicial que completó 10 años en los estrados judiciales, le tocó resolverlo a la magistrada Dolly Caguasango, quien conoció de primera mano el accidente que tuvieron los cantantes en diciembre de 2008, por cuenta de las fallas técnicas del automotor en el que viajaban.

La peor parte del accidente se la llevó Todaro, debido a que sufrió varias fracturas, e incluso trauma craneoencefálico que le costó estar más de 15 días en cuidados intensivos.

Tras el diagnóstico, Todaro dijo que sus cuerdas vocales se dañaron y no volvieron a funcionar, por lo que se imposibilitó para seguir trabajando como corista.

Los médicos le dijeron al hombre que había perdido hasta el 52% de su capacidad para trabajar, por lo que este no escatimó en interponer una acción legal contra Manjarrés, debido a que todo había ocurrido mientras estaban en una gira, luego de haberse presentado en un concierto en Chiquinquirá, Boyacá.

EL CONTRATO

El acuerdo al que llegaron Manjarres y Todaro es que le pagaba 4.000.000 de pesos por las 20 presentaciones, que sumadas a las horas de traslado y viajes, copaban el tiempo mensual disponible. “De tal suerte que su ocupación y disponibilidad lo constituía el 100% de las horas diurnas y nocturnas”.

Pese a tener esto de presente, el famoso cantante de vallenato, en respuesta a la demanda de Todaro anunció que se oponían totalmente a sus pretensiones porque el corista prestó sus servicios de manera eventual en varios espectáculos.

En cuanto al accidente de tránsito, Manjarrés aclaró que este se registró por cuestiones diferentes a fallas mecánicas conocidas por él, y que no compensó los daños debido a que no hubo una relación laboral que los obligara a hacerlo, sumado a eso, negó que el acuerdo de cuatro millones por la prestación del servicio se hubiera pactado.

En su defensa, el cantante señaló que lo que hubo un contrato civil que se “perfeccionó” con la prestación del servicio y el pago de unos honorarios.

Tras conocer todos los argumentos, en primera instancia el juzgado tercero laboral de Valledupar absolvió a Manjarrés, Tadero apeló la decisión y esta llegó al Tribunal Regional de Santa Marta, que le también le dio la razón al famoso cantante.

En un nuevo intento, el caso llegó a la Corte Suprema y la magistrada consideró que, en razón al accidente, no se logró probar que fue culpa del cantante.

“Ninguna prueba acredita técnicamente que el bus tuviera algún tipo de falla, ni menos aún esta hubiera sido la causa del accidente ocurrido”, dice la providencia.

Si bien Manjarrés no debe indemnizar por el suceso que le costó a Todaro sus cuerdas vocales, la magistrada sí consideró pertinente responsabilizarlo sobre la situación laboral y los convenios que celebraron.

En su lugar declarar la existencia de un contrato de trabajo entre el señor Italo Rafel Todaro y el señor Peter Manjarrés, desde el 15 de agosto de 2003 hasta diciembre de 2008”, señaló la magistrada.

Así las cosas, la penalista afirmó que Manjarrés debe cancelar los derechos laborales causados por los servicios prestados desde la fecha mencionada hasta que culminó el contrato.

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