En una carta enviada al concejal Fernando Tamayo por un grupo de habitantes de los corregimientos de Los Andes y Pichindé, denunciaron que por la falta de contratación de los guardabosques, varios predios protegidos por estar dentro del Parque Natural Nacional Farallones están siendo víctimas de intento de invasiones, connatos de incendios y extracción de material vegetal.
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De acuerdo con lo que me manifestaron los líderes de la zona, eran unas 50 personas de la zona, vinculadas como guardabosques por el Dagma, los que cuidaban de estos predios. Desde el 31 de diciembre se acabaron los contratos y llevamos mes y medio a merced de actividades ilegales que ponen en riesgo a los Farallones", explicó Tamayo.
De acuerdo con el concejal del Partido Conservador, "si bien la gesta por la protección de Pance es muy importante, no podemos descuidar otras zonas del municipio, tan importantes que tienen declaratoria nacional. Con la vinculación de la gente residente en estos corregimientos se evitaba la deforestación, pero ahora lo que denuncian es que los de los carteles de la madera se están apoderando de los predios sin vigilancia", indicó.
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Agregó que la minería ilegal es otro problema ambiental que se reactivó en las minas del Socorro. "Farallones es tierra de nadie", sostuvo.
Tamayo invitó al director del Dagma a hacer lo correcto, a vincular a la gente de la zona para que cuiden el parque que nos provee el agua para todos los que vivimos en Cali.
Adicionalmente llamó la atención sobre la proliferación de escombros, por falta de la aplicación del reglamento de disposición de residuos sólidos y de residuos de construcción. "Las constructoras siguen funcionando y no existe ningún registro", dijo.
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