Esta galería de fotos del reportero gráfico Giancarlo Manzano se llevó premio a mejores imágenes en un reconocimiento hecho por la Gobernación del Valle del Cauca.
En la noche de este martes 28 de febrero se llevó a cabo la segunda edición del Premio Vallecaucano de Periodismo ‘Gerardo Bedoya Borrero’.
En la Carpa Delirio se exaltaron los grandes trabajos que se destacaron en el Valle del Cauca, y se reconoció la labor de los periodistas que representan diversos medios de comunicación de la región.
Allí estuvo presente Q’hubo, el cual logró quedarse con dos premios en las categorías de trabajo periodístico, Promoción Turística de la Región y Reportería Gráfica en Prensa, además de una mención especial en Periodismo Comunitario.
El premio de Reportería Gráfica en Prensa fue para nuestro fotógrafo Giancarlo Manzano por su trabajo ¿Pugna por Aldovea', publicado en el Diario Q´hubo Cali, el pasado 7 de octubre de 2022.
Manzano, destacado por su capacidad para dejar que la cámara cuente muy de cerca y de manera neutral lo que sucede en esta ciudad, logró a través de su lente ser testigo del momento incandescente que se vivió para esa fecha durante un desalojo en el corregimiento de Navarro.
La noticia:
En octubre de 2022 se cumplió con el desalojo de una de las invasiones más grandes de la ciudad: unas 30 hectáreas que comprendía la Hacienda Aldovea, en el corregimiento de Navarro, que estaba siendo ocupada por al menos 1.600 familias.
Allí se encontraban las invasiones denominadas Aldovea 1, 2 y 3.
Aldovea 1 fue conformada hace cinco años, mientras que la 2 y 3 se levantó luego del Paro Nacional.
A pesar de la orden judicial de desalojo, un grupo de mujeres realizó un ‘cordón humano’ para evitar que los uniformados llevaran a cabo el operativo.
Con el pasar del tiempo los ánimos se caldearon y comenzaron las trifulcas Con piedras en mano, los invasores trataron de retirar a los policías. Producto de ello un uniformado salió herido.
Eso fue lo que logró captar nuestro reportero en estas fotos que fueron merecedoras del premio Gerardo Bedoya entregado por la Gobernación del Valle del Cauca.
EL OTRO PREMIO QUE GANÓ Q'HUBO
n la categoría trabajo periodístico Promoción Turística de la Región, nuestros compañeros Alex Quintero y Ana María Ramos se llevaron el premio por su trabajo titulado: “Q´hubo llegó a la Isla Ají, en Buenaventura, la misma de la que habló Leonardo DiCaprio en sus redes”.
Dicho trabajo periodístico fue publicado en el portal web de Q’hubo, www.qhubocali.com, y es una historia narrada en texto, video y fotografía con una apuesta audiovisual interesante en cuanto a imágenes y con un trabajo de campo juicioso y exigente.
Es además motivador e invita a conocer el destino y tiene un fuerte mensaje medioambiental.
Para los interesados, esta fue la nota y el video merecedor del reconocimiento:
A dos horas del Distrito Especial de Buenaventura se encuentra uno de los territorios más misteriosos del departamento del Valle.
Se trata de la Isla Ají, un paraíso inexplorado que se ubica en lo más profundo del Corregimiento de Puerto Merizalde, exactamente en el Naya, donde solo se llega en lancha y se puede respirar el Pacífico colombiano.
Q’hubo cruzó el imponente mar bonaverense para llegar hasta este majestuoso lugar. En medio de unas condiciones climáticas complejas -había lluvia intempestiva- y con grandes olas, la lancha avanzaba a toda velocidad, pues las comunidades esperaban con ansias el desembarque de la declaratoria de Área Protegida, un logro por lo que han luchado por casi 20 años.
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La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca -CVC- es la entidad que ha acompañado este proceso, junto con el Consejo Comunitario del Naya, con el objetivo de salvaguardar y potencializar este lugar.
Llegamos a la Isla
Al llegar Isla Ají lo primero que uno se encuentra en un ambiente selvático y una comunidad que recibe con brazos abiertos a quien busca ir más allá de lo que se puede encontrar en internet sobre este territorio.
Y es que fue hace muy pocos días cuando el reconocido actor -Leonardo Dicaprio- manifestó en su cuenta de Twitter la importancia de esta zona y de la declaración de protección.
La lluvia, el oscuro mar, la tierra movediza y la selva, eran el sinónimo perfecto de lo que es el Pacífico colombiano. Es como una amalgama de diversidad en especies, plantas y comunidades, pues allí residen alrededor de 1.291 familias.
Mientras cruzábamos la playa -pues la Isla está conformada por 24.600 hectáreas, de las cuales 15.174 son marinas y 9.425 terrestres-, Marco Antonio Suárez, director General de la CVC, explicó que “esto es un sueño cumplido para nosotros, para la comunidad y para todo el país. Estamos hablando de un ecosistema que está compuesto por 111 tipos de plantas, de las cuales 6 son endémicas -solo se dan en Isla Ají-, 4 especies entre tiburones y rayas, de las cuales una de encuentra en el libro rojo de especies amenazadas y una variedad de peces que no se encuentran en ningún lado”.
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“Todo esto sin contar la riqueza y belleza étnica de sus comunidades, esta declaratoria se logró gracias al trabajo mancomunado con el Consejo Comunitario del Naya, a las familias y propietarios de los terrenos”, acotó.
En medio de la conversación podíamos observar a los sabedores, aquellos hombres sabios que -con grandes sombreros- declamaban vivencias y contaban aquellas historias de misterio, en las que lo sobrenatural es un gran protagonista.
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Y es que desde finales de la década de los noventa, la autoridad ambiental decidió trabajar alrededor ocho ecosistemas estratégicos, entre ellos, la selva fluvial tropical y los manglares. En 1997, una comisión de biólogos empezó a hacer inventarios y recopiló las primeras informaciones o datos de esta zona.
“Es de resaltar que allí se encontraba uno de los últimos sajales, esto es un bosque dominado por una especie de madera muy fina que se llama sajo y llamó mucho la atención porque ya no quedaban muchos en Colombia y en el Valle del cauca”, dijo Natalia Gómez, una de las expertas de la CVC.
En el Naya la violencia ha hecho de las suyas, pues la cuenta del río que baña parte de esta zona ha sido canal para que grupos delincuenciales circulen y comentan ilícitos relacionados con el transporte de coca.
No obstante, la comunidad y la CVC se pusieron a la tarea de sacar este proyecto adelante y ahora se busca poner en marcha el Plan de Manejo -los lineamientos que permiten identificar las necesidades del territorio y lo que hay que hacer para mitigarlas-, con el fin de generar procesos de educación ambiental y adecuaciones para que este paraíso se convierta en una fuente de turismo sostenible.
“Queremos que esta también sea una zona de estudio, por las especies que alberga. Aquí en este lugar abundan pescadores y artesanas”, contó Suárez.