Te puede interesar: El Papa aconsejó a los peluqueros no ser chismosos
Parece el argumento de una película de comedia pero es cierto, casi tres centenas de hombres y mujeres murieron en medio del conteo de los votos de las elecciones presidenciales y del senado realizadas el pasado 17 de abril en Indonesia.
Las cifras oficiales dicen que alrededor de 272 personas murieron y otras 1.878 más resultaron enfermas debido a las largas jornada de conteo de votos de los escrutinios.
In my voting station in Jakarta, election officials ended the counting at 2.15am. Voting opened at 7am the previous day, meaning that they worked almost 19 hours with only lunch and dinner breaks 😟 pic.twitter.com/Ik5KkbpXXi
— Andreas Harsono (@andreasharsono) April 28, 2019
Pero todo esto tuvo como inicio una propuesta para reducir los gastos de los comicios, así que el gobierno decidió juntar las las elecciones presidenciales y las parlamentarias nacionales y regionales. Todo en un solo día, lo que llevó a que se convirtieran en las elecciones más larga del mundo.
No dejes de leer: El amor entre un enano y una transexual causa furor en redes
🔴➡️🇮🇩Mueren 296 trabajadores temporales en las #elecciones de #Indonesia... ¿La causa? El agotamiento. Te lo contamos... #IndonesianElectionHeroes #La2N29A pic.twitter.com/RpOinBS2yT
— La2noticias (@La2noticias_tve) April 29, 2019
En estas elecciones participaron alrededor del 80% de votantes habilitados de un total de 193 millones de personas, es decir que cada uno de los votantes tuvo que entregar cinco sufragios en una de las 800.000 mesas que hubo a lo largo del país.
Según diferentes estimaciones, de 6 a 7 millones de personas trabajaron día y noche en condiciones inadecuadas para monitorear las elecciones y computar los votos.
Casi 300 trabajadores mueren en las elecciones de Indonesia por extenuación tras recuentos de más de 24 horas https://t.co/R7sQMwL4IA pic.twitter.com/Wanpr6Qda4
— eldiarioInt (@eldiarioInt) April 29, 2019
Te va a gustar: La caída de la falsa heredera: de una vida de lujo en Nueva York a la cárcel