Siempre debemos cuidar los horarios de nuestras comidas, pues es muy común que muchas veces descuidemos el desayuno sin saber que esto puede traer grandes inconvenientes. Hay que entender que cuando abrimos los ojos se viene de un ayuno nocturno, y en las dos primeras horas, el páncreas espera alimentos para así producir insulina y de esta manera poder distribuir a diferentes células del organismo la glucosa, que es la que nos da la suficiente energía para realizar diferentes actividades cotidianas.
Si no se desayuna, comenzamos a mal acostumbrar al páncreas, a no producir insulina desarrollando desorden metabólico y hasta diabetes, lo cual es más complicado y enferma nuestro organismo. Por tal razón es necesario acudir a personal especializado para que nos ayude a planificar una buena dieta y observar los diferentes cambios que pueda presentar el paciente, como por ejemplo, falta de apetito.